El Miedo Al Agua En Adultos

by Juan Yun 0

January 01st, 2021 Español

Hoy en día hay bastantes cursos de natación para adultos. Sobre todo cursos de natación básica o de iniciación, cursos de perfeccionamiento, etc.

Personas que, quizás, nunca tuvieron una oportunidad en su etapa infantil o, simplemente, cuando superaron esa etapa nunca le dieron importancia al aprendizaje de la natación. También hay gente que pasó en algún momento por un curso de natación y lo abandonó antes de terminarlo por circunstancias personales o tuvo alguna mala experiencia en su infancia en algún cursillo de verano  y ya no volvió más.

Gente que también pudo tener algún accidente en el agua, incluso algún susto de ahogamiento en un curso de natación, luego abandonó y ahora de adulto  quiere retomarlo para aprender a nadar definitivamente.

Hay muchas personas que tienen miedo al agua. En estos tiempos es más difícil encontrar niños que no hayan pasado por un curso de natación, pero es más fácil de lo que parece encontrar adultos que no saben nadar. Incluso adultos ( muchos más de lo que pueda parecer ) que le tienen un elevado miedo al agua, es decir, miedo a meter la cabeza en el agua, miedo a flotar, miedo a nadar en zona profunda, etc.

Como ya he dicho antes, ya hay cursos de natación para adultos en casi todas partes. Lo que ahora es difícil de encontrar son cursos de natación para adultos con miedo o elevado miedo al agua.

Digamos que la enseñanza de la natación está llegando a todo  el mundo pero nos estamos olvidando de un sector de la población que todavía está esperando a que los profesionales de la enseñanza de la natación adapten sus metodologías o descubran nuevos métodos para cubrir sus necesidades.

Faltan cursos de natación de este tipo. Se me puede alegar que los cursos de natación para adultos ya incluyen a las personas con miedo al agua ( como me dijo un director de un prestigioso club deportivo ) pero esto no es cierto.

Los cursos de natación para adultos están pensados para personas que no saben nadar y que pueden tener el miedo al agua porque existe el peligro de ahogarse, pero es un miedo lógico, racional. Este miedo, no es un miedo patológico. Como, por ejemplo, puede ser no atreverse a caminar en zona poco profunda por miedo a “caerse” y hundirse o a meter la cabeza dentro del agua o a flotar, por poner solo unos ejemplos.

Por otro lado, tenemos a los instructores de natación que plantean sus clases como si “ todo el mundo “ tuviera las mismas necesidades o como si todos sus alumnos fueran a aprender sin relativos problemas. Dando por hecho, que el miedo o el respeto lógico al agua, lo irán superando de forma natural según vayan evolucionando en su proceso de aprendizaje. Craso error.

Algunos alumnos  responderán así, pero otros no. No tienen en cuenta que en sus clases pueden tener adultos con un elevado miedo al agua. Por supuesto, cuando el monitor de natación se encuentra con algún adulto con problemas de miedo al agua lo va a intentar ayudar, como buenamente pueda, si no dispone de un método de trabajo específico ( del que ya he hablado en el anterior artículo ) pero acabará por ignorarlo y abandonarlo a su suerte, si ve que no avanza.

Incluso puede ser rechazado, directamente, por el propio monitor conminándole a que abandone sus clases porque es, “evidente”, que con el miedo que tiene nunca aprenderá a nadar ( así es como se lo dijo un profesional de la enseñanza de la natación a uno de sus alumnos, ahora alumno en mis clases de natación ) y, además, estará entorpeciendo el aprendizaje normal del resto de sus alumnos.

También se me puede alegar que un adulto con miedo al agua que quiera aprender a nadar  puede contratar  clases particulares de natación, con lo cual este vacío ya no existe. Tampoco es cierto.

Lo primero es que económicamente no todo el mundo se puede permitir clases particulares  o privadas, pero además vuelve a surgir el mismo problema, a saber:

Que el profesor de natación no esté preparado para ayudar a un adulto con miedo al agua, debido a que no tiene los conocimientos adecuados y carece de la experiencia necesaria. En las clases particulares podrá atenderlo mejor, evidentemente, pero si no tiene la preparación específica  que requieren este tipo de alumnos, no podrá ayudar a su alumno con unas ciertas garantías ( ya he tenido varios alumnos con miedo al agua decepcionados con las clases particulares ).

A continuación voy a describir los aspectos que deberían caracterizar a un instructor de natación que trabaje con adultos con miedo al agua:

  • El instructor de natación debe estar completamente involucrado en sus clases con sus alumnos.
  • El instructor debe tener un método de trabajo ( el nuestro es el método nsm pero hay otros ) con el que va a dar las clases. No debería trabajar a ciegas o improvisando constantemente.
  • Respetar los ritmos de aprendizaje de cada alumno.
  • Debe poner la máxima atención en sus alumnos.
  • Trabajar bien los fundamentos básicos.
  • Tener como uno de los objetivos la relajación, el disfrute y el placer del agua.
  • El profesor corregirá todo lo que haya que corregir.
  • Buscar la concienciación del alumno en todo lo que hace en el agua.
  • Aportar al alumno todo el conocimiento teórico que necesita.

Así es como deben plantearse las clases, desde el punto de vista de un profesional, para que adultos con interés por superar el miedo al agua puedan vencerlo y consigan aprender a nadar.

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