El nadador francés Léon Marchand logró la primera de las cuatro medallas de oro que busca en París 2024, tras imponerse este domingo en la final de los 400 estilos.
En el primer paso el francés no sólo busca convertirse en el ‘rey’ de la piscina, sino en el heredero del legendario Michael Phelps como el nuevo icono de la natación mundial.
Una sucesión que ya escenificó el propio Phelps en el Mundial disputado en 2023 en Fukuoka cuando levantó al cielo el puño de Marchand en señal de reconocimiento, tras ver cómo el francés le arrebataba el récord del mundo de los 400 estilos que poseía desde Pekín 2008.
Léon Marchand, esta vez, quedó a tan sólo 45 centésimas de su propio récord al proclamarse nuevo campeón olímpico con un tiempo de 4:02.95 minutos.
Este nuevo récord olímpico lo dejó a 5.67 segundos del japonés Tomoyuki Matsushita, plata con un crono de 4.08.62., y el estadounidense Carson Foster, plata en los Mundiales de Budapest 2022 y Fukuoka 2023, que se colgó la medalla de bronce (4.08.66).
En la misma tarde-noche, el italiano Nicoló Martinenghi frustró el retorno del británico Adam Peaty que se vio privado en los metros finales de un triunfo en los 100 braza que el nadador inglés parecía tener a su alcance.
De hecho, Peaty, que buscaba su tercer título consecutivo de campeón olímpico de la distancia, tuvo que compartir la medalla de plata con el estadounidense Nic Fink que tocó la pared a la vez que el británico.
Nada pudo borrar la sonrisa del rostro de Peaty que dejó claro este domingo en la piscina de La Defense Arena de París que está de vuelta, tras escapar de un tenebroso viaje a los infiernos de la depresión y la autodestrucción.
En la tercera de las finales de la jornada, la estadounidense Torri Huske rompió los pronósticos y se proclamó nueva campeona olímpica de los 100 mariposa, tras arrebatar por tan sólo 4 centésimas el oro a su compatriota Gretchen Walsh.
Más teniendo en cuenta que Walsh, la plusmarquista universal de la distancia, en las semifinales estableció un nuevo récord olímpico (55.38).
Pero Walsh no pudo repetir en la final, pese a la espectacular puesta en escena de la estadounidense.
Pero Torri Huske, campeona del mundo en 2022, le arrebató el triunfo en las últimas brazadas y se coronó nueva campeona olímpica con un crono de 55.59 segundos.
Cuatro centésimas menos que Gretchen Walsh, que tuvo que conformarse con la medalla de plata ( 55.63), y 62 menos que la china Yufei Zhang, que bajó un escalón en el podio con relación a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020+1 y se colgó el bronce (56.21).