La situación no es la ideal rumbo a las aguas abiertas de los Juegos Olímpicos París 2024: el pasado mes de agosto, las pruebas de natación fueron canceladas porque el agua estaba demasiado sucia, al igual que las etapas de natación en dos de los cuatro días de pruebas de triatlón y para-triatlón.
Los organizadores han insistido en que “no existe un plan B”, pero la nadadora brasileña Ana Marcela Cunha, actual campeona olímpica de aguas abiertas, pide que se elabore.
“Es preocupante”, dijo Cunha a la AFP en una entrevista bien extensa. “No hubo ningún evento de prueba el año pasado debido a esto, pero (los organizadores) insisten en querer que los eventos se celebren allí”.
“Necesitamos un plan B en caso de que no sea posible nadar en el Sena”, afirmó, añadiendo que las dificultades para nadar en París están relacionadas con un problema de “infraestructura. El Sena no está hecho para nadar”, afirmó.
Los organizadores han elegido deliberadamente una ruta para las pruebas de 10 kilómetros masculinas y femeninas que mostrará la belleza de la ciudad. Pero Cunha, de 31 años, cree que eso es secundario respecto de la salud de los deportistas.
“No se trata de borrar la historia del Sena. Sabemos lo que representan el Puente Alejandro III y la Torre Eiffel , pero creo que la salud de los atletas debe ser lo primero. Los organizadores deben aceptar que quizás, lamentablemente, no sea posible celebrar los eventos donde ellos quieren”, añadió.
A menos de cinco meses de la ceremonia inaugural el 26 de julio, la calidad del agua del río sigue provocando noches de insomnio a los organizadores.
Las autoridades francesas han gastado 1.400 millones de euros (1.500 millones de dólares) en mejorar las instalaciones de tratamiento de aguas residuales y pluviales en la región de París para mejorar la calidad del agua del Sena, así como de su principal afluente, el Marne.
Los análisis realizados entre 2015 y 2023, transmitidos a la AFP por el Ayuntamiento de París, muestran grandes variaciones el verano pasado, con varios picos en la concentración de dos bacterias indicativas de contaminación fecal.
De junio a septiembre del año pasado, ninguno de los 14 puntos de muestreo de agua de París alcanzó el nivel de calidad fijado por las directivas europeas.
Se supone que la posibilidad de nadar en los dos ríos es uno de los grandes legados de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos, y el presidente francés Emmanuel Macron y la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, prometieron darse un chapuzón.
Cunha, sin embargo, afirmó que hubo un “antes y un después” en lo que respecta a la calidad del agua. “El día de la competición no hay mucho que hacer. Pero una vez que estás fuera del agua, puedes enfermarte 15 días después”, dijo, vinculando los problemas con las preocupaciones más amplias que enfrenta el medio ambiente.
En París, el Centro Acuático Olímpico, construido para los Juegos Olímpicos, recibirá las pruebas de natación artística, clavados y las fases preliminares de waterpolo, mientras que las pruebas de natación se celebrarán en el Arena París La Défense.
El Puente Alejandro III, sobre el río Sena, será el epicentro de las aguas abiertas.
