Como diría George Bernard Shaw, “el progreso es imposible sin el cambio, y aquellos que no pueden cambiar sus mentesno pueden cambiar nada.”
Sin duda.
Qué tan seguido te hallas a ti mismo en un círculo haciendo las mismas cosas, teniendo los mismos comportamientos, mostrando las mismas actitudes y aún así esperando esperando resultados diferentes? Si eres como yo, algunas veces.
El cambio es extraño, difícil y requiere que nosotros salgamos de nuestra zona de confort y del estado mental y puntos de vista que hemos desarrollado a través de los años.
Aquí hay 7 cosas que los nadadores pueden empezar a hacer para lograr un cambio en esta temporada:
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Encara las cosas duras de frente.
Todos tenemos esas series que nos intimidan. Nos retorcemos e inundamos de miedo cada vez que el entrenador la escribe en el pizarrón. Sin importar que sea una serie de evaluación, una larga distancia por tiempo, todos nuestros esfuerzos nos darán un indicador de cuanto (mucho o poco) progreso hemos tenido. La única forma de atacar esas grandes, tenebrosas series es pulgada a pulgada, metro a metro. Evita pensar en la totalidad de la serie y concentrate en la repetición que tienes en frente y te vas a encontrar más dispuesto a enfrentar esos duros entrenamientos con mayores fuerzas.
- Comparte el tiempo con las personas adecuada.
La vida es demasiado corta para compartirla con personas que se quejan, que regañan, que dicen no a todo y que viven bajando la expectativa de los demas. El camino al éxito – cualquiera que sea tu versión de él en la piscina – no es fácil, y se hace más difíciles cuando te rodeas con personas que no tienen nada de interés en verte surgir como atleta y como persona.
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Se honesto sobre el lugar en el que estás y dónde quieres ir.
Toma un momento y se honesto sobre dónde estás como nadador y qué quisieras hacer con tus habilidades y talentos. Una vez tengas en mente quién eres, cuáles son tus fuerzas y oportunidades para mejorar, estarás mejor equipado para elegir el camino que te llevará a tu propia versión del éxito.
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Debes estar dispuesto a forjar tu propio camino.
Es fácil ver a nuestros ídolos, o incluso a los nadadores de élite con quienes entrenamos diariamente y que queramos copiar su camino al éxito. Mientras hayan algunas similitudes entre lo que necesitas hacer en comparación a lo que ellos hacen – trabajo duro, perseverancia, entre otros – debes estar dispuesto a encontrar tu propio camino que te llevará a tu propia meta.
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Valora tus errores tanto como tus aciertos.
Crecemos con la fricción, levantándonos de fallos y caídas. La victoria, mientras es indudablemente dulce, no siempre te da las mismas lecciones que encontrarás quedando un poco corto de tu objetivo. En vez de olvidarte de esos momentos en los que las cosas no salen a tu manera, escógelos para las lecciones que puedes sacar de ellos y que te encaminarán hacia un propósito mayor.
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Comienza a verte más capaz.
Tendemos a colocar límites en lo que nos creemos capaces de hacer, más veces de los que pensamos. Que no hayamos hecho algo antes no significa que no podamos hacerlo ahora, que una serie de entrenamiento haya sido dura no es motivo para que la siguiente sea más rápida. Elimina tus dudas y limitaciones lo suficiente como para intentarlo y cada vez más veces te vas a sorprender a ti mismo.
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Confía en que estás bien.
Grandes metas atemorizan hasta el cloro del cabello de la mayoría de los nadadores. Ni siquiera es la meta en sí, sino el darlo todo y quedarte corto. Es la parte del fracaso la que nos fa miedo, pero cuántas veces en el curso de tu carrera como nadador y en tu vida has fallado, y aun así sigues adelante? Sobreviviste y seguro que vas a estar bien en el futuro, así que ten fe en tu lucha.