Antes de la pandemia, cuando tus amigos de la escuela o del trabajo te invitan a fiestas, a reuniones, o a cenar, seguramente respondías con un “no puedo, tengo que ir a entrenar.”
Me atrevo a decir que esa es una de las frases más dichas por un nadador, y por lo mismo, la gente que no está involucrada en el medio de la natación, tiende a pensar que los nadadores no tenemos vida. Sin ponernos tan filosóficos, ¿Qué es tener vida?
Considero que los momentos que nos llenan de vida son cuando estamos en el banco de salida, sintiendo cómo la adrenalina fluye en nuestro cuerpo mientras esperamos a escuchar el disparo de salida.
Vida es cuando ves en el tablero tu mejor tiempo, o cuando estás en el pódium recibiendo tu medalla.
Nuestra vida social no se limita, pues tenemos la oportunidad de ver a nuestros amigos de otros estados, o incluso países, cuando vamos de competencia.
Probablemente viajemos más que la persona promedio y esto es gracias a los torneos que hay en todo el país. Somos coleccionistas de anécdotas y recuerdos acuáticos que al final nos llenan de vida.
Somos disciplinados ya que organizamos nuestro día en torno a nuestro entrenamiento para poder cumplir con todos nuestros deberes.
Y sí, se vive más feliz en una alberca. Vida solo hay una.
Nos leemos pronto.
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