Uno de los temas más importantes que deben resolver los organizadores de los Juegos Olímpicos es la asistencia de público, con tres opciones posibles ante las restricciones por la pandemia de coronavirus: estadios repletos como siempre, público limitado al 50% en cada sede, o directamente dejar sin espectadores la cita olímpica en Tokio. Los tres escenarios ya fueron expuestos en medios locales como Kyodo News.
El presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach, ya se había referido al tema días atrás en las declaraciones publicadas justo a seis meses de la ceremonia inaugural de los Juegos.
“Todo el mundo está realmente decidido a hacer de estos Juegos Olímpicos, dentro de seis meses. Será la luz al final del túnel en el que, en este momento, todavía estamos todos”, dijo el dirigente alemán. Aunque Bach mencionó las contramedidas que el COI está trabajando para implementar a la luz de la pandemia de COVID-19, los detalles aún no se han establecido.
La medida más drástica con respecto al público sería tener unos Juegos Olímpicos sin espectadores, lo que significa que no habría fanáticos físicamente presentes en Tokio durante la competencia. La semana pasada, el presidente del comité organizador de Tokio 2020+1, Yoshiro Mori, dijo que se debería tomar una decisión en febrero o marzo si los riesgos de COVID-19 han disminuido lo suficiente como para permitir que los espectadores asistan.
Y en las últimas horas, Mori sumó algunos detalles más, en declaraciones que recoge Kyodo News: “Hemos estado haciendo todo tipo de simulaciones. Básicamente, no creo que (los Juegos sin fanáticos) sea algo que realmente suceda o algo que me gustaría hacer, pero en términos de simulaciones estamos considerando todas las opciones”.
Además del hecho sin precedentes de que los estadios podrían permanecer en silencio con los competidores teniendo que imaginarse a los espectadores animándolos, la idea de no tener público en las gradas sería un gran golpe para la economía japonesa.
Katsuhiro Miyamoto, profesor honorario de la Universidad de Kansai, elaboró un informe en el que estima las pérdidas económicas que se producirían si los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio se celebraran sin espectadores.
Según sus estimaciones, publicadas a fines de la semana pasada, señalan que celebrar Tokio 2020+1 a puerta cerrada causaría un daño económico nacional de hasta ¥ 2,4 billones (casi $ 23 mil millones de dólares). Esto se debe a la posible pérdida del dinero que gastan los espectadores en los Juegos, tanto en el boleto en sí para ingresar a los escenarios deportivos como en las inmediaciones.
Pero el cálculo también alcanza los efectos de estímulo que faltarán en el rubro de los gastos de consumo de los hogares y las actividades de marketing empresarial. Miyamoto estima que además los beneficios económicos de los eventos deportivos y culturales promocionales después de los Juegos también se reducirían considerablemente.