Afincado en Estados Unidos desde hace un año y medio, Leon Marchand quiere seguir su carrera como nadador mientras continúa sus estudios de informática. “Es importante hacer las dos cosas”, dice, refiriéndose a su día a día entre clases, revisiones, entrenamientos y competiciones.
“Nadar ya lleva mucho tiempo, así que cuando llego a casa no quiero pensar en eso. Quiero despejarme un poco la cabeza”, dijo en una entrevista a AFP el joven de 20 años, estudiante de la Universidad de Arizona y que en muchos parámetros ya está a la altura de Michael Phelps.
“Cuando tengo una clase después del entrenamiento, me permite pensar en otras cosas, y cuando vuelvo a entrenar después, estoy más relajado, más sereno”. Esta estrategia parece estar dando sus frutos para el nacido en Toulouse, que se reveló el año pasado con dos títulos mundiales y batió recientemente el récord universitario en 400 yardas combinadas.
“No esperaba hacer este tiempo en esta época del año, pero estaba muy feliz de hacerlo en casa, frente a mis compañeros. Fue genial”, dijo. Un año y medio después de llegar a Phoenix para entrenar con Bob Bowman, el hombre que llevó a Michael Phelps a 23 títulos olímpicos, Leon Marchand ahora está familiarizado con Arizona.
Viviendo con otros cuatro nadadores en una casa ubicada a unos 10 minutos en automóvil del campus, el francés tiene un programa bien regulado que comienza con levantarse a las 5 de la mañana para una primera sesión de entrenamiento a las 6. “A las 6 en punto, tienes que estar en el agua, de lo contrario te gritan mucho, aquí es estricto en cuanto a los horarios”.
Entrenamiento matutino, desayuno, siesta. Luego clases -entre dos y tres horas diarias-, comidas, entrenamiento por la tarde, estiramientos, musculación… “Después llego a casa y hago los deberes. El día empieza temprano pero al menos terminamos bastante temprano y tienes tiempo para haz tu tarea, acuéstate temprano y disfruta de la noche”.
“No es fácil porque estoy en la carrera de programación. Ya es uno de los más difíciles de manejar cuando solo haces eso, entonces es cierto que cuando nadas al mismo tiempo es bastante difícil. Pero el sistema todavía te permite para lograr un equilibrio entre los dos”, explica quien actualmente está completando el segundo año de su carrera, con el deseo de especializarse en desarrollo de software. “Hasta ahora me va muy bien… Todo va bien, ¡pero hay que trabajar!”
A año y medio de los Juegos Olímpicos de Paris 2024, donde buscará ser una de las grandes estrellas en The Paris La Défense Arena, se plantea reducir su programa de cursos para la próxima temporada. “Así tendré más tiempo para recuperarme luego de los entrenamientos”, explica.
Y, fuera de la pileta, quiere más. “Estoy tratando de terminar mi licencia de piloto”, dice. “Empecé en Francia pero no tuve tiempo de hacerlo. Me dije que lo iba a terminar en Estados Unidos, pero es bastante complicado. Hay muchos trámites administrativos porque cuando eres extranjero no se puede volar un avión así”.
