Todos los nadadores se preparan para dar lo mejor de ellos mismos a la hora de competir. Sin embargo, hay ocasiones en las que los resultados no son los que esperábamos, entonces ¿Qué pasa en estos casos? ¿Qué sigue?. Hoy te dejo algunos puntos importantes para reflexionar después de competir.
- Analiza tu rutina: Es importante que analices a detalle qué fue lo que hiciste antes de nadar tu prueba. Tal vez comiste algo a lo que no estabas acostumbrado, no aflojaste bien, o incluso mentalmente no estabas enfocado para competir a tu 100%.
- Analiza tu prueba: Así es, pon en retrospectiva cómo nadaste. Probablemente tus brazadas, tu vuelta de campana o tu salida aún tengan detalles que puedan mejorar. Si tienes video de tu prueba, no dudes en ver cómo nadas y escuchar lo que tu entrenador tiene que decirte.
- Estrés de la semana: Probablemente las actividades que desempeñes en la escuela o en el trabajo te agoten y eso haga que tu cuerpo se canse adicionalmente de lo que haces en entrenamiento. Por esta razón te recomendaría no dejar tareas a último momento y si es posible, hablar con tus jefes o maestros para entregar tus deberes antes o después de la fecha de tu competencia. De este modo no tendrás ningún pendiente laboral o escolar en cual pensar durante tu competencia.
- Hidratación y alimentación: No está de más recordarte que comer unos tacos antes de competir no es la mejor opción. Cuida cada detalle de tu alimentación antes durante y después de competir. De hecho, hay atletas que optan por tener una dieta aún más específica desde una semana antes de su prueba.
Recuerda que también es importante tomar agua o bebidas deportivas para no sufrir ningún tipo de descompensación, dolor de cabeza, etc.
- Factores externos: Hay cosas que no podemos controlar. Por ejemplo, la altura sobre el nivel del mar de la sede de competencia. Si alguna vez has sentido “pesada” la alberca, tal vez se deba al hecho de que estás compitiendo en un lugar “con menos oxígeno.” Por ejemplo, no es lo mismo competir sobre el nivel del mar que competir en la Ciudad de México que se encuentra a 2,250 mts sobre el nivel del mar.
Además, también valdría la pena pensar en qué temporada y fase de entrenamiento te encuentras y tener paciencia para ver mejores resultados en siguientes torneos.
Así que la próxima vez que tus resultados no sean los que esperabas, piensa en factores que puedan influir en tu desempeño deportivo y corrige los que estén en ti corregir. Habla con tu coach, recuerda seguir entrenado con la disciplina que has desarrollado y no olvides que hay gente que te apoya.
Nos leemos pronto
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