Una de las grandes novedades anunciadas este miércoles en el lanzamiento de la segunda temporada de la Liga Internacional de Natación (ISL) es la implementación de un arbitraje asistido de video, más conocido por su nombre en inglés utilizado en otros deportes, Video Assistant Referee (VAR).
Cada entrenador tendrá a disposición un pedido de revisión ante una situación de descalificación determinada por los jueces de cada prueba, con la posibilidad de volver a utilizarlo en caso de que la imagen de TV obligue a la rectificación de los oficiales. Las pantallas mostrarán claramente la situación controvertida, con lo cual se suma otro condimento al show de la Liga.
“Básicamente, queremos darle la oportunidad al entrenador principal de cada equipo de que pueda reclamar ante una descalificación, a través de la ayuda del video. Esto podría utilizarse tanto en una situación de partida en falso o en un cambio de atleta en los relevos“, explicó el Director Técnico de la ISL, Apostolos Tsagkarakis. “A través de las imágenes se podrá cambiar el fallo del árbitro principal de la competencia.”
En algunos deportes, el reclamo que no resulta exitoso al verificar las acciones en el video puede derivar en una penalización para el equipo que pidió la revisión. Esta situación también está contemplada en el nuevo método que implementará la ISL, aunque resta definir cuántas veces podría un entrenador pedir la utilización del VAR en cada competencia.
Tal como sucedió en la primera temporada de la ISL, una descalificación puede causar una pérdida notable de puntos en la acumulación de unidades que cada equipo va sumando. Por eso mismo, esta idea puede colaborar a sentir más confianza en un fallo tantas veces discutido.
Según las reglas de la Liga, además de no obtener los puntos por haber finalizado la prueba el nadador de un equipo descalificado, el otro equipo recibe dos puntos extra si se trata de una prueba individual y cuatro puntos en caso de una competencia de relevos, puntos valiosos a la hora de la suma final.
