El nadador olímpico italiano Filippo Magnini, ya retirado, dio buen uso a su talento el pasado domingo, rescatando a un nadador de aguas abiertas en una playa de Cerdeña, una isla italiana.
Andrea Benedetto, de 45 años, estaba flotando en un unicornio inflable con su pareja, dos días después de haberse casado con él, cuando cayó al agua, que estaba más fría de lo esperado. Benedetto no podía mover sus extremidades debido a una condición médica, según informa la BBC. Según el informe, el nuevo marido de Benedetto saltó al agua y trató de ayudarlo, pero la colchoneta se alejó flotando, dejando a ambos luchando por mantenerse a flote. Los amigos de la pareja gritaron para pedir ayuda en la playa.
Magnini, que estaba en la playa con su novia Giorgia Palmas, estaba más cerca que los salvavidas, por lo que se lanzó a nadar para salvar a Benedetto y mantuvo su cabeza fuera del agua hasta que llegaron los salvavidas para completar el salvamento.
“Acabo de hacer lo que tenía que hacer“, dijo Magnini al diario italiano Corriere dello Sport. “El bañista estaba en peligro: estaba bastante asustado, estaba realmente atascado y había tragado agua de mar… Cuando le alcancé, ni siquiera podía hablar, y no fue fácil llevarle a la colchoneta, así que le pusimos en otra colchoneta que unos bañistas tenían cerca.”
Magnini, de 37 años, se convirtió en medallista de bronce olímpico en 2004 con el relevo italiano de 4×200 libre y fue un nombre importante en la escena internacional de la natación entre 2003 y 2016. Aunque está oficialmente retirado, actualmente cumple una sanción de cuatro años por “uso o intento de uso de sustancias dopantes”, así como por “apuesta y administración o intento de administración de una sustancia prohibida”.
