Algunos Comités Olímpicos Nacionales y Gobiernos apelan y rechazan la decisión del Comité Olímpico Internacional en relación a Rusia y Bielorrusia, mientras otros miran de reojo la postura.
Por un lado, Los Comités Olímpicos de Dinamarca, Noruega, Suecia, Finlandia e Islandia revalidaron su rechazo a la presencia de atletas de Rusia y Bielorrusia en los Juegos Olímpicos de París 2024.
“Estamos firmes en nuestra posición de no abrir la participación deportiva internacional a atletas y funcionarios rusos y bielorrusos. La situación de guerra en Ucrania no ha cambiado y ahora no es el momento adecuado para considerar su regreso. Es nuestra posición y reafirmamos nuestro firme apoyo al pueblo ucraniano y su demanda de paz”, anunciaron en un comunicado.
Una posición similar mantiene Polonia, cuyo Ministro de Deportes, Kamil Bortniczuk, indicó que hasta 40 naciones evalúan negarse a participar en París 2024 si se permitiera a Rusia y a Bielorrusia competir en las próximas Olimpíadas.
Mientras tanto, el propio gobierno francés, el local en la justa el próximo año, también apeló a la decisión del Comité Olímpico Internacional (COI). “Se debe tomar una decisión antes de que finalice el verano. Todavía no se ha acordado formalmente ninguna posición con el Comité Olímpico Internacional”, afirmó el portavoz del gobierno francés, Olivier Véran.
Por otro lado, Tony Estanguet, Presidente del Comité Organizador, subrayó que “corresponde al COI decidir si la delegación rusa será autorizada a participar en los Juegos Olímpicos de París”.
Sin embargo, el vicealcalde de París, Emmanuel Grégoire, subrayó la posición de la alcaldesa Anne Hidalgo “que es la de muchos países, de muchas federaciones deportivas”. Justamente Hidalgo volvió sobre sus pasos en la víspera, cuando expresó su rechazo a la presencia de atletas de Rusia y de Bielorrusia en París 2024 por la invasión de Moscú a Ucrania.
En un comunicado especial del COI, el organismo ratificó las sanciones para autoridades rusas y bielorrusas, mantiene la prohibición para la realización de competencias deportivas en sus territorios y sostiene el impedimento de la utilización de himnos, banderas y símbolos que identifiquen a las dos naciones en cualquier escenario deportivo vinculado al movimiento olímpico.
Sin embargo, por primera vez desde que estalló el conflicto bélico, las autoridades consideran la participación de atletas de origen ruso o bielorruso en el proceso de clasificación a los Juegos, para “respetar los derechos de todos los deportistas a ser tratados sin discriminación alguna, de conformidad con la Carta Olímpica“.
Inmediatamente, fue Asia quien tomó las riendas con el fin de encontrarle vías de clasificación a los deportistas involucrados.